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domingo, 19 de septiembre de 2010

Lluvia

Lloras sin cesar, mientras te observo desde mi ventana


Ruges y luego tiemblas como un cachorro gruñendo

Te dejas caer por valles y colinas, dejando rastros de ti

El asfalto reniega tu imagen sobre su tela oscura

Pero sigues imponiéndote con insistencia

Las verdes en cambio, te miran y aclaman, esperaban de ti esta primavera.

Y mientras un cierto resplandor las cubre

Ahogan su felicidad, tras la humedad de su ser

Ahora todo lo veo más claro, ahora incluso respiro lo que te hablo

Ahora siento la frescura de tu compañía sin melancolía

Solo dejo, que este valle de lagrimas de felicidad absoluta

Recorra mi cuerpo para recordarme la juventud de mi piel bajo mis harapos

Para despertar sueños que jamás pude cumplir

Y déjame invadirme por ti...querida amiga, lluvia.



Elisenda Bellmunt(2007)

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