Cuando aprendamos a ver con los ojos cerrados.
Cuando descubramos que una orgía no calentará nuestra alma en la vejez.
Que el tiempo nos quema en las manos , rompiendo la soledad con un fast Food de sentimientos baratos .
Miedos, locuras, inseguridades, vendidas tras pantallas vacías de sensaciones, citas rápidas, besos precoces, sexo sin sentir enredados en la cama para soltar la mierda que cada uno Arrastra.
Soltar por un rato ese saco pesado de la monotonía amarga enmascarada a la que nos hemos expuesto todos, frivolizando.
Perdidos entre las emociones, equiparando en cada momento y evaluando su consecuencia. Querer sentir...o mejor no,querer volar y no buscar las alas, querer soñar y mantenerse despierto.
Estamos dentro de ese círculo de contaminación global, es ese espacio tiempo donde las prisas nos pueden, el llegar el primero es lo mejor, más... mejor, más mejor…,y yo,...yo no puedo con este ritmo frenético. Me niego a esta loca cordura, de desnuda sensatez por cada paso de mis días.
Me niego a morir por dentro en la frivolidad y la simple sensación de ser tan solo un trozo de carne manipulado por una mente adoctrinada por una sociedad ensombrecida, tengo alma, tenemos alma. Y esa alma es la que quiero para mi y que nada ni nadie me la pueda arrebatar.
Elisenda Bellmunt
8 de diciembre 2019
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